Pillada infraganti {Valentine}

Siempre había tenido curiosidad por ir al Distrito 4 y ver el mar. El mar. Recordaba que la primera vez que lo había visto había sido en esa maldita arena, para su suerte sabía nadar pero nadar en el mar había sido diferente a nadar en el lago de su distrito. Distinto pero estupendo, en otras circunstancias le hubiera encantado pero no cuando huía luchando por su vida. Aún así ese olor era algo que no había podido olvidar y que la había perseguido en sus pesadillas sobre ese último día en la arena.

Llevaba un arpón improvisado en la mano puesto que simplemente había transformado un palo que previamente había hecho y lo había afilado con uno de sus cuchillos. Poco más. No había quedado perfecto pero el resultado final tras bastante rato intentando que quedase el filo del mejor modo no le disgustaba. Desconocía realmente si en el mar se podía pescar algo comestible y era totalmente ignorante en cuanto a lo que podías pescar en el mar pero quería probar suerte. Poco a poco salía más y estaba recuperando las ganas de hacer cosas. Aunque todas ellas implicaran que algún animal acabara muerto.

Por terrible que pudiera sonar actualmente ya no le importaba mucho matar animales. Al fin y al cabo se los comía por lo que no lo hacía solo por afición y luego los dejaba allí tirados. No era tan horrible, ¿Verdad que no? No lo hacía por deporte por mucho que ya no tuviera necesidad de cazar aquello que luego se llevaba a la boca. Si chasqueaba los dedos podía tener el banquete que quisiera. Así era, por lo menos ahora tenía dinero, mucho dinero.

Cuando vio como el cielo se empezaba a oscurecer demasiado chasqueó la lengua, por lo menos en caza no era muy buena idea cazar de noche, más que nada porque la visión no era para nada buena y se convertía en algo peligroso. Igualmente llegó a la orilla del mar y estaba tan tranquila avanzando hasta que percibió movimiento y hostilidad a lo que automáticamente apuntó con su lanza/arpón de un modo ofensivo y sacaba aquel brillante cuchillo que esta vez no se había olvidado. Distinguió gracias a la poca luz que aún había a una chica la cual tenía un arpón y un cuchillo. Já, no iba a atacar pero si la atacaba se iba a defender. No tenía miedo y sentía una sensación de amenaza que no había sentido en años y que la impulsaba a estar totalmente alerta lista para defenderse si era necesario.

-Veo que aquí en el Distrito 4 lleváis armas a mano-comentó solo un poco inquieta por no poder tener el control de la situación que le gustaría. No conocía el lugar y había poca luz, aunque eso ultimo no le importaba mucho y en todo caso no solo jugaba en su contra. Con su comentario había juzgado al distrito por la primera persona que se había encontrado la cual cuando se había girado ya la estaba apuntando con un par de armas. Mal empezaba

-Si no atacas no atacaré-añadió, no quería dañar a ningún ser humano. No quería pero volvería a hacerlo si era necesario.

Bajó el arpón y guardó el cuchillo teniendo igualmente ambas armas lo suficientemente a mano y cerca como para usarlas en caso necesario. Respiró hondo intentando calmar sus instintos los cuales la impulsaban a atacar y le estrechó la mano-Soy Valentine. Lamento haber actuado de ese modo pero... Me estabas apuntando. Igualmente, encantada de conocerte Andy-se medio disculpo guardando definitivamente su cuchillo. Se alegraba de no haberlo usado. Sonrió levemente, aunque tampoco es que supiera sonreír más que eso. No sin ser un momento de especial felicidad. Algo extraño. Poco a poco fue relajando su cuerpo. Se seguía tensando en ese tipo de situaciones de un modo exagerado. Pero no podía evitarlo, los recuerdos la invadían y actuaba en consecuencia. Actuaba como había actuado en esas situaciones en las que su vida si había corrido peligro.

Escuchó su pregunta y antes de que pudiera plantearse como respondía a ella ya le había dicho que no era necesario. Eso la hizo sonreír un poco más-Distrito 7. Madera en todo su esplendor-respondió pensando en el bosque que tanto le gustaba. Era algo así como su segundo hogar. Allí se sentía segura y a gusto-¿Tú eres de este Distrito?-preguntó casi segura de que la respuesta iba a ser afirmativa. Si no era del cuatro tenía aspecto de ese distrito.

Sonrió aunque notó la ironía en el tono de voz de la morena. A ella le parecía bonito, era más rico que el suyo y eso podía decirlo con solo haber estado poco rato allí y con lo poco que había visto. Y el mar ella solo lo había visto una vez y había sido en la Arena pero le pareció precioso. Aunque no hubiera nada como los frondosos bosques del siete. Era lo que más le gustaba de su distrito.

Asintió a lo que dijo, parecía que le hubiera leído el pensamiento pero eso era simplemente imposible. Solo era que en efecto su distrito se conocía por los bosques que había. Necesarios para sacar de ellos la madera que abastecía sobretodo al Capitolio-El bosque es lo más bonito de mi distrito-confirmó verbalmente. No dijo nada más porque las siguientes palabras de la morena hicieron que la pelirroja se preparara pues para una despedida. Suponía que la morena debía de querer volver a su casa o algo. Era compresible dada la hora que suponía que era. No era muy temprano precisamente y quizás era mejor que se fuera planteando la idea de ir volviendo a su distrito.

Mientras pensaba en aquello escuchó el ofrecimiento de ayudar y se dio cuenta de algo. No tenía ni idea de como volver a la estación. Todo estaba más oscuro y las calles seguro que se ven iguales a sus ojos y no quiere perderse-Espera-dijo reaccionando al ver como la morena ya se había girado y se alejaba-¿Podrías indicarme el camino a la estación? Por favor-preguntó añadiendo un por favor al final. Era el único modo de que Valentine fuera a llegar allí sin perderse ni una sola vez. No creía que fuera a negarse. Al fin y al cabo había dicho que estaría encantada de ayudar. Solo esperaba que no lo hubiera dicho solo por quedar bien.

Sonrió suavemente ante su respuesta y ante el mero hecho de que ella también sonriera y empezó a caminar a su lado. La estaba siguiendo pero no le gustaba caminar más adelantada o atrasada que la persona con la que iba. Manías suyas. Aunque quizás tenía hasta su lógica cuando solo ibas tú con otra persona y nadie más. Escuchó su explicación-No me importa. Eres tú quien se conoce todo esto-respondió con tranquilidad. La inquietaba el no saber exactamente por donde iban e iba mirando a su alrededor. Todo le parecía igual. Cada calle y cada casa era igual a la anterior y no había modo de que pudiera diferenciarlas. Aún así paseaba la mirada por el lugar observando. Al menos ahora ya tenía una pequeña idea de como era el distrito cuatro.

Había venido una vez en el pasado. Durante su gira de vencedora concretamente y no había visto casi nada de allí. De hecho le fue muy doloroso ir a ese distrito y dar el discurso. Fue el más duro de todos seguido por el de su propio distrito. Estuvo al borde de las lágrimas en su discurso, en el cual habló de Maggie un poco y dijo que lamentaba mucho su muerte. En los demás distritos no lo dijo, no con sentimientos verdaderos. Por suerte seguramente Andy no se acordaba de eso. Hacía bastantes años ya de ello. Quizás ni sabía que era una de las vencedoras.

Supo que si sabía que era una vencedora de los Juegos del hambre cuando lo preguntó sin mucha duda. Su tono denotaba que solo buscaba confirmación de algo que tenía claro. Quizás quería preguntar algo al respeto. Recordó su promesa de intentar superarlo a Vera-Sí, lo soy-respondió sin su tono cortante habitual en lo que ese tema se refería. No sonó entusiasta pero tampoco sonó cortante. Algo era algo. Tragó saliva mientras seguían andando.