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Laguna Beach; tal vez te suene conocida por el reality show que llevaba el mismo nombre, aunque hay muchas cosas que se le diferencian a él. Esta pequeña ciudad es la segunda más antigua del Orange County, conocido por sus amplías playas y panoramas veraniegos disponibles a lo largo de todo el año. Gracias a que posee unas de las mejores aguas para realizar surf, muchos turistas llegan interesados en poder practicarlo, ostentando además los mejores restoranes de todo el condado, y a su vez se trata de una de las pocas ciudades que ofrece variados festivales artísticos durante el verano.
Con el tiempo ciertas cosas han cambiado para los turistas, pues la ciudad está totalmente cambiada, luego de esa calma que vivió hace unos años atrás ahora el aroma de felicidad y tranquilidad ha pasado a la historia. ¿Gracias a quien?, a los jóvenes. Aquellos chicos que lo único que desean es hacer del mundo un lugar libre a su manera, por ello las cosas empezaron a cambiar lenta y paulatinamente. Los adultos comenzaron a creer que el mundo se vería afectado por una gran catástrofe; sí, podrían llamarle así ya que la época de estas nuevas generaciones comenzaban a desmoronarse. Los antes niños y ahora llamados jóvenes del futuro, hacían de las suyas proponiéndose a llegar a tocar los corazones de todos los demás tratando de ganar las elecciones con promesas vagas - como sus antiguos -, las cuales se verían afectadas a la realidad luego de un tiempo.
Centrémonos en Laguna Beach, un lugar donde todo lo anteriormente nombrado sucedió pero que a su vez se fue evaporando poco a poco como en todo cualquier otro lugar del mundo, para así llegar nuevamente a un estado neutral, como suelen llamarlo los adulto, cuando ellos mismos vigilan el futuro de las nuevas generaciones.
El punto central de esto es que en Laguna Beach aunque todo volvió a la normalidad, algo cambió la mentalidad de los jóvenes, poco a poco se fueron segmentando en pandillas, uniéndose por una que otra semejanza; dando a conocer con ellas las diferencias sociales, políticas y de relaciones amistosas, amorosas o de odio entre los muchachos de la, ahora no tan tranquila Laguna Beach.
Toda historia no es carente de un principio, menos esta, la historia de la realidad que se vive aún en algunas partes del globo. Una noche del 3 de septiembre 1995, cuando un gran grupo de chicos se congregaba en el salón magno de la universidad de Laguna Beach. Todo comenzó en calma, las cosas iban bien; buena música, grato ambiente y por sobretodo ningún problema entre los jóvenes, aunque la noche tenía preparado algo para ellos.
El olor a alcohol y tabaco se había filtrado ya por todo el lugar. Las puertas del lugar azotaban cada vez con más fuerza mientras una manada de estudiantes divididos por bandos arrasaban con el lugar. Botellas, sillas, los vasos de la barra e incluso algunos palos volaban de lado a lado. El olor a óxido se impregnaba en cada uno de los jóvenes de aquél sitio. Un grupo de chicos y chicas de Saint Caroline peleaban prácticamente a muerte con el líder de T&D. Pero más allá, al fondo del lugar estaban los líderes de las dos principales pandillas de Laguna Beach.
Ambos tenían a un grupo de su séquito a sus espaldas, por eso siempre luchaban codo a codo, y aunque no pasaran de gritos y miradas asesinas, aún podía sentirse las malas vibras en el ambiente.

Muchas cosas pasaron al mismo tiempo: Las otras dos pandillas dejaron de pelear cuando un sonido hueco resonó en todo el lugar. Era un sonido parecido al que producía un arma al dispararse. Primero a las luces. Una por una fueron explotando a balas; nadie sabía qué hacer. El último líder no había sido visto por nadie hasta momentos antes de que las luces fueran apagadas repentinamente. Con el silencio que aquello provocó no resultó difícil escuchar los últimos tres disparos. Alguien cayó, nadie supo de quién se trataba, pero al otro lado del salón, el líder de Sharks, Matt, sintió un peso más caer sobre su espalda.
Se tambaleó hasta que topó con sus pies lo que parecía un cuerpo, el cual a simple vista parecía ser el de su hermana, Elena. Pero no podía estar completamente seguro, ya que resultaba muy difícil, no, casi imposible distinguir algo... Al lograr iluminar el local ya era demasiado tarde. Los rubios cabellos de Elena se encontraban bañados en una tinta roja, intensamente roja para ser exactos. Su pecho despedía con aún más fuerza aquél olor a óxido y su perfume de vainilla se mezclaba con éste. El silencio que reinó durante unos minutos se desvaneció cuando todos abandonaron el lugar tan rápido como les fue posible. La policía estaba en camino, podían escuchar la sirena.

Jamás encontraron el arma; la duda persiste hasta el día de hoy. Desde el día del “incidente” Matt, el líder de Sharks, se juró a sí mismo que pagarían por lo que le hicieron a su hermana, sospechando así mayoritariamente de su contrincante, el lider de Battle Star; Stephan.
Lo que Matt no sabía, es que Stephan estaba enamorado Elena, y esto provocó aun más furia y rivalidad entre todas pandillas del lugar, incrementando la inseguridad de los no relacionados, aún más. Las especulaciones del asesinato de Elena llegaron a su punto máximo, mientras unos pensaban que era Richard, Los de T&D creían que había sido alguien de Trouble Laguna. Y éstos a su vez culpaban a alguien de la misma pandilla que Matt. Siendo este asesinato, una traición, un complot cuidadosamente planificado por alguien del círculo cercano.

Pero nadie sabe el porqué del asunto, ni menos quién fue el responsable, la policía ha cesado de sus búsquedas para encontrar al culpable, puesto a que han pasado los dos meses desde el incidente, pero Matt no descansará hasta ver la sangre correr del cuerpo del individuo que terminó con la vida de quien más adoraba, su hermana...
Así mismo Stephan, sin importar que ser el principal sospechoso, juró dejar todo de lado por quién amaba y jura venganza contra aquellos que realmente mataron al amor de su vida.

Aunque nadie sabe que pasó jamás con Elena, las cosas para los jóvenes de esa época cambiaron en un dos por tres, si bien el gobierno volvió a tomar cartas en en asunto para hacer desaparecer a las pandillas de Laguna Beach y sus alrededores, estas trabajaron por lo bajo, escondiéndose y actuando en clandestinidad, para encontrar el culpable del asesinato que marcó sus vidas, algo que jamás pudieron llevar a cabo, y gracias a la presión del alcalde y la fuerza policial de Laguna Beach, se dieron por muertas, e incluso alejándose así del lugar sus principales actores en todo conflicto. Fue así como Laguna Beach volvió a ser un lugar tranquilo, pero todo cambió para cuando los hijos de los más ricos del lugar realizaron el primer "Break Down" lucha clandestina y callejera de hombres y mujeres, dando a conocer a las nuevas pandillas del lugar. Una tomó el nombre de la pandilla a la que pertenecieron primos o parientes, quedando en el año 2011 las tres más grandes de toda Laguna Beach, Sharks, Fight or Die y Knockouts, las que se conocieron a nivel mundial de este ya conocido "deporte" que practican los chicos del lugar.